Iglesia celebra ordenación en comunidad quechua

Pastor Cruz a la izquierda, con Pastor Zhulleima y su esposa y hijos.
Capture from video at BBC RI media

En mi iglesia de Rhode Island el domingo, fuimos testigos de la ordenación de Gabriel Zhulleima.

Barrington Baptist Church (BBC) dio la bienvenida a la gente de varias iglesias, de Massachusetts y el estado Nueva York, tan lejos como Albany. Las iglesias que se unieron con nosotros incluyen en particular la gente Quechua que viven en esta región. Un grupo de mujeres quechuas honró el evento con una actuación musical en la tradición indígena.

Nuestro propio pastor y misionero Aurelino Cruz, de origen brasileño, sirvió como maestro de ceremonias y traductor del español al inglés. El pastor y misionero Antonio DeLaZerda dío el mensaje, o sermón, a la iglesia en español. Cruz y DeLaZerda ambos sirven con la organización Missions Door.

En el mensaje, Pastor DeLaZerda dijo que lo que describrió como la forma en que América está "cambiando" el mundo crea un problema para cristianos. No dio más detalles, y no quiero atribuirle mi propia interpretación. Pero yo también he tenido inquietudes sobre la incompatibilidad entre la política exterior estadounidense y las enseñanzas de Jesús.

Esto no significa que la religión deba dictar políticas. Pero la ayuda exterior es el motor del "evangelismo" estadounidense sobre la democracia y el estado de derecho. Terminación arbitraria de la ayuda está diezmando nuestros objetivos políticos, a la vez que cobra un precio horrendo en sufrimiento humano. A veces, lo que enseña la Biblia es simplemente bueno juicio.

Dios bendiga el ministerio de Pastor Zhulleima. Una grabación del servicio y la ordenación en la BBC estará disponible en línea esta semana. (UPDATE, May 20: Video publicado.)

Free Syria regime stands at crossroads

A lone demonstrator outside my local city hall today, in Barrington, Rhode Island, is getting plenty of horn honks for his sign, "Celebrate Free Syria" (photo RJ Peltz-Steele CC BY-NC-SA 4.0).

I do celebrate the fall of the Assad regime. Ghastly, if not unexpected, stories of oppression are pouring out of the country, especially about brutal political imprisonments and torture.

I've not been able to help, though, but wait for the other shoe to drop concerning Hayat Tahrir al-Sham (HTS), the prevailing Islamist rebel regime. Western media are eager to report on the efforts of HTS leader Abu Muhammad al-Jawlani to position himself as a moderate and distance HTS from its al-Qaeda origins. 

The Taliban promised enlightenment, too, when Kabul fell. And now Afghanistan is in an alarming state. The NGO Human Rights Watch declared almost a year ago "that the pattern of abuses against women and girls in Afghanistan amounts to the crime against humanity of gender persecution."

I hope my anxiety is ill founded, and Syria will be different. HTS has a fractured nation to hold on to. Foreign forces, including Americans, are firming up footholds. And Turkey looks poised to invade to suppress the Kurds.

France sent a diplomatic mission to Syria earlier this week, and other western powers should follow suit. The West would do well to impress on al-Jawlani which side of the bread has the butter. The United States has an opportunity, all at once, to further U.S. security, to protect Syrian human rights, to establish a western foothold in a sphere of Russian influence, and to give the Kurdish people a good turn due. 

But how that opportunity will fare as against Trump isolationism remains to be seen. We have an opportunity, too, to throw it all on the pyre and strike the match. And then we really will see what al-Jawlani is made of.